El famoso puente inca de Q’eswachaka, en Cusco, construido a base de fibra vegetal (ichu), se desplomó debido a la falta de mantenimiento. El tradicional ritual de renovación de las fibras que realizan anualmente los comuneros de la zona no se realizó el año pasado a consecuencia la emergencia sanitaria por la pandemia del COVID-19.
El mantenimiento de este puente, situado en el sector de Quehue, en la provincia de Canas, es considerado un punto de encuentro y de turismo, incluso diferentes operadoras turísticas arman paquetes para ir a presenciar el proceso de ‘minka’ para restaurar el puente.
Q’eswachaka es el último puente inca en uso con al menos seis siglos de antigüedad, mide 30 metros de largo. A más de 3.700 metros de altitud, sobre un desfiladero del río Apurímac, en la región de Cusco.
Este puente de soga completamente tejido a mano se ha mantenido en pie durante al menos 600 años gracias a una tradición inca transmitida de generación en generación.
En agosto de 2009 el entonces Instituto Nacional de Cultura del Perú declaró Patrimonio Cultural de la Nación el “ritual de renovación del puente Q’eswachaka; así como los conocimientos asociados a su historia y construcción”.
La Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco dispuso el traslado a Canas de un equipo multidisciplinario para realizar la evaluación del puente inca de Q´eswachaka. Este equipo técnico emitirá un informe y se evaluarán las alternativas de solución junto con las comunidades y autoridades de la zona.
DATO
La renovación anual del puente se realiza en la segunda semana del mes de junio de cada año con la participación de cientos de campesinos de las comunidades de Chaupibanda, Choccayhua, Huinchiri y Ccollana Quehue, durante 3 días.
(FUENTE: peru21.pe)
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