Los límites geográficos del imperio incaico o Tahuantinsuyo, la gran extensión de territorios ocupada y gobernada por los incas hasta la llegada de los españoles, continúa redefiniéndose a partir de nuevos hallazgos arqueológicos que podrían confirmar la presencia de esta civilización a cientos de kilómetros más al sureste de lo que se pensaba. El hallazgo mostraría la posible continuidad del conocido Camino del Inca que permanecía semioculto.
En marzo del año pasado, un grupo de guardaparques que realizaba una expedición de rutina en el Área Natural Protegida Laguna del Diamante, ubicada en la provincia de Mendoza, Argentina, se encontró con un conjunto de estructuras arquitectónicas que llamaron su atención y parecían apuntar al sur del volcán Maipo, cerca de la frontera con Chile, a 3.700 metros sobre el nivel del mar.
De manera inmediata, un conjunto de investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Cuyo (CONICET) acudió a estudiar la zona e indicó que se trata de rastros que corresponderían al Imperio Inca.
Las primeras hipótesis señalan que se trataría de cimientos de habitaciones y recintos que podrían representar un geoglifo o estructura concebida para que se pueda ver desde el cielo.
Un artículo de la Universidad de Cuyo indica que en la primera zona hay “más de 20 estructuras generadas mediante muros bajos de roca, entre las que se destacan recintos y espacios pircados con formas rectangulares, uno de ellos de grandes dimensiones (57 por 10 metros)”, mientras que la segunda un es “conjunto importante de estructuras pircadas, pero en este caso predominan las de planta circular que se destacan por sus dimensiones (algunas de alrededor de 10 metros de diámetro) y por tener en sus centros apilamientos de rocas que debieron tener forma de columnas antes de derrumbarse parcialmente”.
“Las condiciones meteorológicas y topográficas solo permiten llegar al lugar en verano. Por eso estamos planeando una nueva expedición para diciembre. Mientras tanto, las piezas recientemente encontradas serán estudiadas por dos jurados internacionales y también las van a analizar colegas míos de Perú”, señala el antropólogo Gustavo Corrado, parte del equipo que estudia la zona que pretende confirmar el nuevo límite conocido del Tahuantinsuyo.
¿Qué tan importante es este hallazgo?
En Lima, conversamos con Francisco Javier Hernández, historiador de la Pontificia Universidad Católica del Perú, quien explicó que la arqueología es una ciencia en constante transformación y va a seguir trayendo novedades sobre el pasado en general.
“El descubrimiento de estructuras presuntamente incaicas en esa zona de Argentina nos puede ampliar la idea de hasta dónde llegó la influencia de los incas”, indicó.
Sin embargo, señaló que habría que determinar qué evidencias hay de que las estructuras halladas sean ocupaciones incaicas y dé qué tipo son estas. “Porque una cosa es que llegues a un lugar y otras es que la incorpores a tu territorio”.
Sugirió que si es un lugar poco accesible por el clima podría tratarse de una avanzada en el territorio con miras a seguir expandiendo el imperio.
“El modelo económico que se tenía en el Tahuantinsuyo requería de una constante expansión de la frontera para obtener más mano de obra usada en las necesidades del Estado. Es un Estado que tiene que avanzar, pero cuyo avance se detiene ahí donde no hay una población suficiente que le permita dar valor al esfuerzo de ‘conquistar’”, explicó.
Hernández mencionó que los hallazgos también podrían ser parte de un sacrificio al volcán “para evitar su ira” y no necesariamente su incorporación al territorio.
A través de los objetos que se puedan encontrar y el conocimiento del uso que le daban a los recintos hallados se podrá determinar si efectivamente se trataba de un territorio que pertenecía al imperio precolombino más grande de esta parte del mundo.
Por otro lado, sobre la llegada de incas a espacios tan alejados como a las islas de la Polinesia en Oceanía, el historiador mencionó que se tratan de hipótesis que tendrían que ser corroboradas con evidencias más claras.
“No sería extraño que eso haya sucedido, hay algunos indicios, pero hay que evaluarlos mejor”, dijo y acotó que hay formas de trabajar la piedra o construcciones como los andenes que uno podría creer que son exclusividad de las culturas andinas precolombinas, sin embargo, estas también se presentan en China y otras culturas. “La clave está en los objetos encontrados: textiles y cerámicas”, mencionó.
(FUENTE: infobae.com)
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