El valle de la costa norcentral nos sigue sorprendiendo. Un equipo de arqueólogos dirigidos por Ruth Shady han descubierto en sus últimas intervenciones en el Sitio Arqueológico de Vichama, ubicado en Végueta, en la provincia limeña de Huaura, un grupo de ofrendas de 3.800 años que confirmarían el poderío e importancia de la mujer en la civilización Caral, considerada la más antigua de América.
La primera de ellas está conformada por tres estatuillas antropomorfas de alto estatus, es decir, tres figuras con forma humana de no más de 21 centímetros. Estas fueron encontradas en el edificio de Las Hornacinas, uno de los más de diez que levantaron los vichamas. Y representarían, de acuerdo con los estudios, a personalidades de alta jerarquía.
El primero de ellos corresponde a un hombre, desnudo, con pintura blanca en el rostro y cuerpo, cabello mostaza y que lleva un collar de dobles cuentas. La segunda figura corresponde a una mujer, también desnuda. Esta se encuentra de cuclillas y lleva el cabello de color rojo.
Y la tercera, la más importante y con mayor proporción, está de pie. Lleva un collar de cuentas redondas rojas y negras. Por la postura, los adornos y la polidactilia (representada en 28 dedos), aseguran, se trataría de una sacerdotisa o chamana.
"Se trata del mismo personaje encontrado en el valle de Supe, en el sitio arqueológico de Miraya en la última parte del desarrollo de esta civilización (Caral). Los otros dos personajes, por las orejeras y elementos encontrados, parecen ser las autoridades políticas", explica la directora de la Zona Arqueológica de Caral (ZAC), Ruth Shady.
La característica de elementos femeninos se encuentra también en la siguiente ofrenda encontrada en el edificio de Los Depósitos. Allí los pobladores de este asentamiento colocaron dos cabezas femeninas modeladas en barro no cocido sobre el piso de un recinto cuadrangular ubicado en la cima. Estas fueron envueltas en un tejido con aplicaciones de plumas de colores.
SOBREVIVIERON A CRISIS
El porqué de las ofrendas respondería a los diversos cambios que hizo frente esta población. Cada vez que uno de estos ocurría, los vichamas agradecían.
De acuerdo con las evidencias, a comparación de los pobladores de Caral, este asentamiento sobrevivió al cambio climático que atravesó la Tierra entre los años 1.800 y 1.850 a.C. Pero ¿cómo lo logró? "Al ser una civilización agrícola y pesquera a la vez, supo aprovechar de una manera adecuada los recursos haciendo resurgir su economía", refiere el jefe de la Sede Vichama, Arq. Pedro Vargas.
La hambruna que pasaron la graficaron en unos murales en alto relieve de dos niveles (ver foto). En el primero, las figuras realizan un ritual, muy similar al encontrado en una pared de la cultura Moche. Y en el segundo se ve a hombres famélicos, casi muriendo.
(FUENTE: larepublica.pe)
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